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MORIR EN CALIFORNIA. "De ejercicio nostálgico calificó en su momento (1963), en realidad, una década más tarde, Joan Didion esta, su primera novela, la historia de un matrimonio malogrado, la historia, en realidad, de dos mujeres atrapadas en su propia condición de mujer en un tiempo —el que va de 1938 a 1959— en el que ser mujer consistía en convivir con una monstruosa desorientación existencial, provocada por una absurda dependencia del hombre, que, en la mayor parte de los casos, era más un niño poderosamente malcriado que otra cosa".
La mujer que dijo basta: "Este libro mira atrás. No demasiado atrás. Y sin embargo, parecen siglos. Hasta 1958 las españolas que se separaban eran una maleta más: gracias al depósito conyugal, sus maridos decidían si las arrumbaban en un convento o en la casa de sus padres. Ellos conservaban en exclusiva el domicilio matrimonial y la patria potestad de los hijos, aunque fuesen ellas sus cuidadoras cotidianas. También estaba vigente la licencia marital, obligatoria para poder trabajar o gestionar una herencia. En fin, las esposas tenían tanta autonomía jurídica como sus hijos de cuatro años".
De vez en cuando, como todo el mundo: "En ‘El otro Mississippi’, uno de los relatos que componen 'De vez en cuando, como todo el mundo', exhaustivo volumen de Marcelo Lillo, un escritor plantea la dificultad, casi la imposibilidad, de contar la propia historia. Mientras, la está contando. Acaso lo imposible sea no contar siempre lo propio, ya que contar lo que sea —avistamiento de naves espaciales, el tufo a pobre, un polvo más reparador que los oligoelementos— parece una forma de apropiárselo. La imposibilidad de contar la propia historia constituye más bien un destino inevitable para este peculiar escritor chileno que repite una y otra vez, bajo distintas luces, el dibujo del mismo árbol: familias disfuncionales, parejas que se van olvidando mientras ven la televisión, infidelidades, mujeres de rompe y rasga, padres y madres perdidos y reencontrados, la extrañeza de la propia carne, la misma caleta a la que van a desaguar existencias tristes y luminosas…"


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